lunes, 18 de abril de 2011

La Talavera de Abraham.

Arte creado a través de manos trabajadoras que plasman su sensibilidad y creatividad en los bellos y elaborados diseños en todo tipo de objetos cotidianos como platones, vajillas, ceniceros, macetas, azulejos y un sinfín de piezas ornamentales: la Talavera, alfarería tradicional del estado de Puebla, es una de las más sobresalientes en México. Su origen se remonta a los Dominicos, monjes que desempeñaban este oficio en su monasterio en la ciudad Talavera de la Reina en Toledo, España y al establecerse en México durante el periodo Colonial, trajeron objetos con los que iniciaron esta práctica que transmitieron como herencia cultural a la gente que habitaba en la región y que se ha sabido preservar a lo largo de los años.


De diseños únicos y formas inigualables, la Talavera tiene como colores principales el azul cobalto, amarillos, verde, terracota, negro y anaranjado, utilizados en la creación de dibujos de flores, animales y todo tipo de figuras plasmadas en los objetos creados con tanto ingenio y creatividad. La auténtica cerámica de Talavera es aquella cuya "silla"(parte de abajo de la pieza) es de color rosa o terracota, o con poca pintura y presenta un grabado con el logo del taller en el que se fabricó, las iniciales de quien lo elaboró y el lugar en donde se produjo.


El proceso de elaboración de una pieza de Talavera, consiste en la combinación del barro blanco y barro negro en las mismas proporciones. Dicha mezcla de barro pasa por un proceso de maduración, para convertirlo en un elemento maleable y después ser amasado con los pies para eliminar el aire y hacerlo más uniforme; posteriormente se forman las piezas a mano, dejándolas secar de 5 a 10 semanas, para después hornearse durante 9 horas. Para la preparación del esmalte se funden plomo, estaño y arenilla para generar el color crema con el que se barnizan todas la piezas, se decoran a mano con diversos minerales para finalmente hornear una vez más las piezas durante ocho horas a una temperatura de 1035 grados centígrados.


En la zona del Valle de Puebla, en las regiones de Atlixco, Cholula, Puebla y Tecali, se encuentran las materias primas necesarias para la elaboración de la Talavera, la cual ha sido empleada no sólo en la producción de piezas ornamentales, sino también en la fabricación de lozas y azulejos utilizados en la decoración de fachadas de casas e iglesias, principalmente en las ciudades de Puebla y Tlaxcala durante la época colonial.


La calidad del excelente trabajo tan detallado y la enorme creatividad en la elaboración de la Talavera, ha traspasado fronteras llegando a ser un reconocido y valioso producto de exportación a nivel mundial, pudiéndose ver en casas, palacios, conventos, museos, bazares y colecciones particulares, siendo siempre admirada por su belleza, utilidad, colorido y principalmente por ser verdaderas obras de arte en las que se transmite el sentir de una cultura. Por ello, contar con una pieza de Talavera, es sinónimo de calidad y riqueza artesanal elaborada por artesanos orgullosamente poblanos.

 

 

 

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