miércoles, 27 de abril de 2011

Disminuir la corrupción y elevar el desarrollo económico por Ulises Ramírez

Todo poder corrompe, y el poder absoluto corrompe absolutamente
Lord Acton

Dividir o descentralizar el poder significa necesariamente reducir la cuantía absoluta del poder, y el sistema de la competencia es el único sistema dirigido a hacer mínimo, por descentralización, el poder que los hombres ejercen sobre los hombres
Friedrich August von Hayek

Uno de los problemas que se comenta a diario es la corrupción en el país. Hay un estudio (1) que indica una correlación entre el tamańo del Estado y la corrupción. Los países subdesarrollados son los que más sufren este fenómeno, mas que nada cuando los gobiernos estan en poder de grandes commodities (entre otros, el petróleo). Otro trabajo (2) describe las causas de la corrupción como restricciones comerciales, subsidios, controles de precios, bajos salarios en servicios civiles, dotación de recursos naturales y factores sociológicos. Mientras más grande el tamańo del Estado y su intervencionismo en la economía, aumenta la corrupción.

Sin embargo, la literatura de la elección pública (public choice) no explica porque la corrupción es mayor en algunos países que en otros (Bardhan: 1341). En este caso por ejemplo, se puede decir que el tamańo del Estado sueco es más grande que el ecuatoriano, pero la corrupción –según Transparency International, es mayor en el Ecuador (138) que en Suecia (6). En esto tiene mucho que ver las costumbres de los escandinavos, ética y trabajo duro, incluso si los impuestos y asistencia social se incrementa. Para esto, el gasto público se duplicó en Suecia entre 1960 y 1980, de 30 a 60% del PIB. Pero el modelo sueco empezó a perder posiciones cayendo al puesto 14 en el rankig de la OCDE sobre el ingreso per cápita.

A pesar de lo disciplinado que los suecos han sido a través del Estado Benefactor, han perdido competitividad dentro del mundo irreversiblemente globalizado. Ante esto, los escandinavos han despertado y es así como ahora Suecia comienza a desarmar su esquema socialista, buscando atraer inversiones para poder ser competitivos y volverse “un país normal”.

Un análisis (3) sobre la elección entre las fallas del mercado y corrupción -y que propone futuras investigaciones, resalta que la intervención del gobierno crea oportunidades para corromper, rentas para empleados públicos y mala asignación de los recursos.

Por partida doble vemos que para reducir la corrupción y deterioro económico es necesario la disminución del tamańo del Estado y su intervencionismo en la economía, siendo elemental instituciones fuertes, desconcentración de poderes, sistema de competencia y una economía de libre mercado.

Al respecto el gobierno actual parece dar seńales contrarias, pues habla del socialimo del siglo XXI, y a la ecuatoriana. Para esto incrementa el tamańo del Estado, elevando el gasto público para promocionar el plan socialista, inclusive llenando en Guayaquil el Puente de la Unidad Nacional con propaganda del Gobierno. El resto de abusos de poder, irregularidades y hasta denuncias de actos de corrupción son de conocimiento público.

El país entero debe reflexionar y elegir bien para la futura millonaria asamblea que cambiará la Constitución (98% de la población no ha leído la Constitución -Cedatos Gallup) por enésima vez y escoger a quienes propongan verdaderos cambios, como lo están haciendo países que están saliendo del subdesarrollo, sacando a la gente de la pobreza creando riquezas.

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