miércoles, 27 de abril de 2011

“Narco corridos”seducen a los jóvenes por Ulises Rámirez

 La narcocultura, que gira en torno de épicos y triunfadores personajes al margen de la ley, socavó ya la base social en estados del norte del país, por lo que las autoridades pretenden contrarrestar sus efectos aplicando leyes más severas a la difusión y uso de sus principales símbolos.

En estados como Baja California, Sinaloa y Durango, donde la actividad del crimen organizado se ha incrementado, la llamada narcocultura ha impactado profundamente los sectores sociales, principalmente a jóvenes y niños, lo que se refleja en una descomposición familiar, advirtieron expertos en conducta.

Parte de ese impacto, se atribuye a la difusión de música de corte norteño que reseña la vida y muerte —real o ficticia— de personajes ligados al narcotráfico, que termina por influir a jóvenes y niños que sueñan con emularlos en poder, dinero y armas, indicó el investigador universitario en conductas sociales Tomás Guevara Martínez.

Pero también contribuye a ello el surgimiento de prácticas como el culto a la llamada Santa Muerte, que se da en sectores de la población involucrados en actividades marginales, o como sucede con los seguidores del protector de narcos Jesús Malverde, en el norte y noroeste del país.

Sueños de poder

“La narcomúsica con- lleva la intención de presentar como personajes épicos y triunfadores a quienes viven al margen de la ley. Las reseñas de la vida delictiva, muerte o captura de hombres y mujeres ligados a la delincuencia organizada, son escuchadas en forma estridente por jóvenes a bordo de camionetas Hummer, Lobo o poderosas 4x4”, añadió el experto.

En Sinaloa, esa música fue desterrada por presión de las autoridades a las estaciones de radio y televisión desde enero de 2001, como parte de un programa de combate al tráfico de drogas, pero encontró otras alternativas de divulgación a través de su reproducción masiva en casetes y CD para consumo particular.

“Narcohazañas” hasta en transportes

Actualmente, en Sinaloa y Durango no hay fiesta de pueblo, cumpleaños, boda o convivio, donde no sea interpretada esa música y desde su prohibición se comercializa de manera masiva en puestos semifijos con las más recientes historias de los que han caído o son capturados en enfrentamientos con el Ejército.

“En Baja California, la difusión de narcocorridos ha proliferado en el transporte público, autobuses, taxis y calafias (microbuses)”, en los que según el regidor de Tijuana, Luis Moreno Hernández, del Partido Encuentro Social (PES), “los conductores los escuchan a todo volumen”.

El regidor puso como ejemplo el testimonio de un adolescente de 16 años, integrante de una célula de cártel de Sinaloa jefaturada por Víctor Serrano Galván El G1, y que admitió haber admirado a los narcotraficantes a través de los corridos.

Drásticas medidas

Para contener esto, el ayuntamiento de Tijuana decidió poner en marcha un plan anticrimen, que incluye modificar 17 reglamentos locales y la creación de otros dos, así como propuestas de reforma de 200 artículos de leyes estatales, para aplicar sanciones severas a la apología del delito.

“A choferes de taxis, camiones y calafias, se les aplicarán multas de 14 salarios mínimos si son sorprendidos escuchando ese tipo de música”, añadió Serrano, también presidente de la Comisión de Desarrollo Social y Familia y autor de la propuesta.

También se contempla prohibir “la operación” de capillas dedicadas a venerar a la Santa Muerte o a Jesús Malverde —patrono de los delincuentes—, porque promueve las actividades ilícitas, dijo Moreno Hernández, quien aseguró que la iniciativa será sometida en breve a votación en pleno del cabildo local.

La iniciativa es apoyada por el presidente municipal panista de Tijuana, Jorge Ramos Hernández, quien agregó que entre las estrategias del plan anticrimen estará la supervisión del arrendamiento de viviendas, para evitar que sean utilizadas como “casas de seguridad”. 

 

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